Llegó el sábado de revelado al fin! Después de una semana un poco desaparecida y complicada –hasta intentaron hackear la web– estamos de vuelta al ruedo. Desde hace días les debía este episodio que me hacía mucha ilusión terminar de publicar porque rompe un poco con la manera como usualmente revelamos nuestras fotografías.
Algunas veces caemos en patrones repetitivos a la hora de revelar; por ejemplo tendemos con frecuencia a trabajar con mayor contraste, con mayor saturación y definición porque usualmente asociamos esas características con imágenes llamativas y poderosas. Sin embargo, en esta oportunidad les voy a demostrar con una fotografía de un día gris y lleno de niebla que con un anti-revelado también podemos lograr gran dramatismo.
La idea es llevar una fotografía triste y poco memorable, a una de mayor impacto, pero sobre todo aprender a revelar desde la intuición y la lógica, en vez de seguir los pasos que nos dicta una suerte de rutina auto-impuesta.
¿Qué es el anti-revelado?
Un invento de nombre, la verdad. En realidad sí que es un revelado, lo único es que pareciera ir en la dirección que jamás vamos en Lightroom; es decir, de todo menos— y al revés! Menos saturación, menos contraste, menos definición y sobre todo —acá me van a querer linchar los amantes del clarity — una claridad negativa! Si, ya sé que estoy al borde de cometer sacrilegio.
Pero, hablando en serio, creo que es un error pensar que la única manera de potenciar una fotografía es agregando siempre más intensidad a nuestros niveles. El dramatismo tiene mucho que ver con la sensación que nos produce una imagen, la atmósfera (y no me refiero necesariamente al clima) que logramos reproducir en una escena. Debemos analizar que sensaciones, sentimientos y mensaje queremos transmitir con una fotografía y siempre tener eso muy presente no sólo durante el momento del click sino también a la hora de revelar. Lo digo porque lo he visto infinidad de veces: personas que pasan horas jugando con la luz en el estudio, eligiendo props, vesturario, poses, y tomando miles de otras decisiones en pro de una idea mientras fotografían, para luego ver como desatienden por completo esos deseos durante el revelado, simplemente porque están acostumbrados a usar de todo siempre más!
La idea es llevar una fotografía triste y poco memorable, a una de mayor impacto, pero sobre todo aprender a revelar desde la intuición y la lógica, en vez de seguir los pasos que nos dicta una suerte de rutina auto-impuesta. El ejemplo que utilicé fue una fotografía que hice con mi celular en un día de intensa niebla, pero vale la pena decirles que este tipo de revelado también lo pueden aplicar en otras situaciones, inclusive retratos con aires melancólicos y sombríos (piensen quizás en el americano Todd Hido, por ejemplo).
En este tutorial de La Camaradería cubriremos rango y curva tonal, balance de blancos, presencia, desaturación y el pincel de dehaze (borrar niebla).
¿Eres un clarity-lover?, me encantará saber que opinas de este anti-revelado! 🙂
Como siempre, espero les sea útil y no olviden compartir o dejar un comentario. Happy Editing!
-Cris.